FIESTA Y HOMENAJE
En el mediodía del pasado domingo 25 de mayo, la gente de la SFVM celebró el 70 aniversario de la institución. Durante la convocatoria, homenajeó a Nelly Quintás, hija de Juan Ramón Quintás, quien fuera dueño de las tierras donde se levanta la entidad fomentista. Emocionada, en nombre de su padre, Nelly, quien además escribió una carta de reconocimiento por el gesto (ver Pág. 261 - agradeció el homenaje).
La historia oficial de la Sociedad de Fomento de Villa Mathieu (SFVM) nació en la otoñal mañana del domingo 8 de mayo de 1938. A las diez, 31 vecinos de los alrededores - reunidos en la calle Chascomús (actual Esteban Merlo) 1561, entre Leonismo Argentino y Scalabrini Ortiz - y dejaron integrada la comisión directiva de la entidad: Victoriano Gómez, presidente; Juan Laviero, vicepresidente; Alfonso M. Castagno, secretario; José Fraga, prosecretario; Egisto Porverari, tesorero; Leonardo Di Lalla, protesorero; Apóstole Babuín, Alejandro Cirigliano, Joaquín Pereyra, Alejandro Palla y José Vincelli, vocales.
Como revisores de Cuenta fueron designados Antonio Guiliano y Juan Pereza. En el estatuto de la constitución de la entidad se lee que el objetivo principal de la misma será ‘propender por todos los medios lícitos a su alcance al adelanto general de la población tanto en orden edilicio como moral, social e intelectual’.
También, acordaron que el valor de la cuota societaria sería de 50 centavos y que el jueves siguiente se realizaría una reunión para designar al cobrador y para tratar ‘temas varios’.
A las doce y diez se dio por concluida la convocatoria y los 31 vecinos regresaron a sus hogares, seguramente con la íntima convicción de que habían dado un primer paso en la solución de los problemas que tanto aquejaban a esta villa caserina.
En aquel año ‘38, nuestro país era presidido por Roberto Marcelino Ortiz y nuestro Caseros era un barrio casi olvidado por el las autoridades comunales de Gral. San Martín, distrito al que pertenecía. Uno de los padecimientos mayores que afligían a los vecinos era la carencia de veredas para sortear, especialmente en los días de lluvia, los numerosos inconvenientes generados por los zanjones, barriales y calles de tierras. Por tal motivo, la gente de la SFVM le solicitó a las autoridades ferroviarias un vagón de carbonilla para ser utilizado en el afirmado de las ‘veredas’. En realidad, esta fue apenas una de las numerosas solicitudes porque también generaban conflictos la recolección de basura, las calles sin pavimentar, la poca limpieza e iluminación, la carencia de buzones. Preocupaba, además, el mantenimiento de los espacios verdes, los animales sueltos y los problemas causados por las numerosos partidos de futbol que se realizaban en el terreno destinado a la plaza. Para este terreno también se pedía que se lo rellenara dado que por la lluvia se convertía en una suerte de laguna. Se le requería a las líneas de colectivos que extendieran su recorrido hasta el corazón de Villa Mathieu para beneficiar a los vecinos e, incluso, se le pidió al ferrocarril que construyera un apeadero a la altura de la calle Loubet (hoy: Spandonari). También se pidió colaboración al Ministerio de Agricultura para forestar las calles.
Por entonces, las entidades fomentistas desempeñaban un rol importante en la comunidad y actuaban como enlace fundamental entre el municipio y las necesidades vecinales. Las instituciones recogían todas las inquietudes de la comunidad cercana y trabajaban paro satisfacerlas. Si no podían solucionar los conflictos con los medios a su alcance, acudían a la comuna aunque en el caso de la SFVM una queja se repetía: “El municipio de San Martín no atiende nuestros reclamos”. Esta desatención - que se extendía a todo Caseros - fue uno de los motivos que impulsó la Autonomía que dio creación, el 15 de octubre de 1959, al distrito Tres de Febrero.
El 31 de mayo de 1942, la SFVM - que hasta entonces funcionaba en distintos locales - ocupa su propia sede ubicada en la esquina de Belgrano y el actual pasaje Quintás. Los memoriosos recuerdan que aquella construcción estaba conformada por dos locales precarios levantados con más ganas que medios. Pasaría mucho tiempo hasta convertirse en el espléndido edificio de la actualidad.
Más allá de su lucha para mejorar los servicios de infraestructura, la entidad también alentó actividades culturales y educativas en su zona de influencia. Sus autoridades colaboraron generosamente para el progreso y consolidación de la Escuela N° 21 (actual N° 7, ubicado en Spandonari y Parodi); por otro lado, la entidad fomentista fue, en 1952, sede de la Escuela N°77 (actual N° 9, ubicada en la calle Moreno, entre Iribarren y Leonismo Argentino). Así encontramos a una SFVP plena, emprendedora cumpliendo una acentuada prestación social en beneficio del vecindario.
Con el tiempo, las actividades de la entidad se fueron adaptando a las nuevas necesidades: se trabajó en pro del pavimento y del tendido para las redes del agua potable y cloacas. Por otro lado, se impulsaron reuniones para tratar el conflictivo tema de la inseguridad. “El día en que asesinaron a Gastón Pérez, aquí se reunieron más de 500 vecinos que luego marcharon a la comisaría”, recuerda un miembro de la comisión directiva.
La actualidad de la SFVM se nuclea alrededor del Jardín de Infantes Municipal Ardillitas que, desde hace más de cuatro décadas, ocupa la mayor parte de la sede de la SFVM y donde concurren más de un centenar de chicos. También, en el edificio de Belgrano y pasaje Quintás, funciona, desde el 25 de marzo de 1991, el Centro de Jubilados y Pensionados Amigos de Villa Mathieu, cuya comisión directiva interactúa con la de la entidad fomentista.
En el presente, la SFVM, como ocurre con la mayoría de las instituciones intermedias de estas características, suele chocar con la indiferencia de vecinos preocupados por objetivos distintos a los del bienestar común. A sus actuales directivos les cuesta mucho esfuerzo mantener viva a la institución. Pero siguen luchando y salvaguardan aquella bandera que 31 caserinos levantaron en la otoñal mañana del domingo 8 de mayo de 1938.
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NOTA: Agradecemos la colaboración de Mónica González para realizar esta nota. Algunos de los datos mencionados corresponden a una historia de la entidad escrita por Martín Asselborn.
FUENTE: Agradecemos a la Revista Caseros y su Gente que publicó la presente nota en su edición de Mayo 2008. Gracias a su Director: Marcelo Almada y en su nombre a todo el staff de la misma.
